La actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es inminente y es ahora más necesario que nunca insistir en la necesidad de elevar los objetivos relativos a las energías renovables. Debemos alinearnos a las exigencias de la UE para lograr las metas de descarbonización fijadas e incorporar también los mecanismos que garanticen el cumplimiento de estas.
En esta línea, son cada vez más numerosas las voces que ponen el foco sobre un vector renovable en concreto: el biometano. Entre ellas la de Sedigas, señalando que España debe elevar de forma considerable y ambiciosa los objetivos para esta energía para descarbonizar su matriz energética. Y debe hacerse por dos motivos esenciales.
El primero, porque el potencial existe. Con los residuos –recursos susceptibles de ser transformados en energía- que genera nuestro país, podríamos abastecer casi la mitad de toda la demanda nacional de gas natural, con las correspondientes ventajas medioambientales, socioeconómicas y de autonomía estratégica que eso conllevaría.
El segundo, porque se trata una tecnología madura y probada, que no requiere de inversión en grandes y nuevas infraestructuras al aprovechar las redes existentes, ni de adecuaciones de los equipamientos de los consumidores finales, al tratarse de una solución sustitutiva perfecta del gas natural convencional. ... [Leer más] |