“Europa tiene un enorme potencial para la producción de biometano. Con el biometano podemos sustituir el gas fósil procedente de Rusia por un gas autóctono, sostenible y renovable. El biometano también crea nuevas oportunidades económicas en las zonas rurales”.
Estas palabras de Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, no desvelan nuevos argumentos en torno a la idoneidad del biometano como tecnología energética y vector de crecimiento económico. Pero sí es relevante el momento en que han sido pronunciadas: hace apenas unas semanas, con motivo de la creación de la Alianza Industrial para el Biometano, una nueva iniciativa público-privada con la que la Comisión Europa quiere apoyar el aumento de la producción y uso del biometano.
El objetivo es alcanzar los 35.000 millones de metros cúbicos en 2030 y así reducir, de forma eficiente y rentable, la dependencia europea del gas natural ruso; contribuir a la descarbonización del sistema energético; y diversificar los ingresos de los agricultores y ganaderos, garantizando además un enfoque circular de los recursos.
Del potencial español para la producción de biometano sabemos que la Unión Europea nos reconoció hace un par de años como el tercer país con mayor potencial. No es de extrañar, teniendo en cuenta la relevancia de nuestro sector agrícola y ganadero, y de nuestra industria agroalimentaria y de transformación de carnes y verduras que abastecen a media Europa. ... [Leer más] |