Gas Renovable

19/04/2022

Falta de ambición en la promoción de los gases renovables


El pasado 30 de marzo se publicó en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto-ley 6/2022, por el que se adoptaron medidas urgentes en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania. Este incluyó una serie de disposiciones específicas relativas a los gases renovables, pero - al igual que ocurrió con la Hoja de Ruta del Biogás - representa una nueva oportunidad perdida para el impulso y desarrollo de los gases renovables.
 
En el contexto actual, en el que se apuesta por la diversificación de las fuentes de origen y la seguridad de suministro de la mano de los gases renovables, las propuestas recogidas en este real decreto ley no están alineadas, no solo con el potencial de España, sino con los objetivos de la propia Comisión Europea, que propone incorporar hasta 35.000 millones de metros cúbicos (35 bcm) anuales de biometano para el 2030.
 
Las medidas planteadas para agilizar la tramitación de proyectos de energías renovables eléctricas frente a los de las renovables térmicas son absolutamente asimétricas. Limitan el tratamiento a la inyección de biometano en las redes gasistas y no les otorgan la condición de instalaciones de utilidad pública; de esta manera, las están excluyendo de los procesos de expropiación y consulta recogidos en la Ley de Hidrocarburos. 
 
Estas disposiciones van en contra del supuesto objetivo de favorecer un rápido despliegue de los gases renovables, que contribuirían a reducir la dependencia energética exterior. Además, se pone en riesgo la viabilidad de una parte significativa de los proyectos, pues se demora su implementación y se genera una inseguridad jurídica innecesaria.
 
Se requieren soluciones eficientes, con capacidad real de impacto y transformación para crear un sistema energético seguro, diversificado, sostenible, menos dependiente de terceros y más asequible. Es imprescindible, por tanto, incluir a todas las opciones energéticas. 
 
Es el momento de avanzar en el despliegue y adaptación de las infraestructuras para el aprovechamiento de todos los gases renovables: por un lado, siendo más ambiciosos con los objetivos que puede asumir nuestro país como productor de biogás y biometano; y, por otro lado, seguir ampliando las interconexiones con Europa, por donde ya pueden circular, de forma eficiente en costes, gases renovables que serán esenciales en el futuro verde y la transformación energética de Europa.