223 asociaciones, empresas, universidades y centros tecnológicos ha remitido un escrito conjunto a la Comisión Europea solicitando que se considere la contribución de los combustibles renovables para alcanzar los objetivos climáticos del transporte. Para esto es necesario modificar el enfoque de la regulación actual que considera únicamente las emisiones en el tubo de escape de los vehículos, lo que no garantiza la transición hacia una movilidad neutra en carbono.
El escrito se basa en dos estudios de Frontier Economics que proponen un sistema de crédito voluntario que permitiría a los fabricantes de automóviles beneficiarse del uso de combustibles renovables sostenibles para cumplir con los objetivos de emisiones de sus flotas. En la propuesta de Frontier Economics se garantiza la integridad del sistema limitando los volúmenes de combustibles renovables sostenibles que los fabricantes pueden acreditar.