En 2030, según un estudio de Sedigas realizado por Creara, se calcula que serían necesarias entre 490 y 840 plantas de producción de biometano, con una capacidad de producción de 500 m3/h de biometano, y así poder aprovechar todo el potencial de los residuos generados. La aportación del sector al PIB ascendería a 472 millones de euros para ese mismo año con una tasa de crecimiento del 45,2%. En esta misma línea, el desarrollo de esta tecnología podría crear un empleo total de entre 15.000 y 25.000 empleos, entre los que se encuentran tanto empleos directos como indirectos; estos últimos producidos por el efecto arrastre de la tecnología al sector servicios.